Sonríe, demuéstrale al mundo que se equivoco al pensar que te hundirías.

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domingo, 15 de julio de 2012


Se nos cansaron las manos de tanto despedirnos,
se nos cansaron las bocas de tanto discutir,
se cansó mi piel de rozar la tuya
se cansó la bulla de romper nuestro silencio.

Se me cansó la sonrisa,
se me cansó la prisa,
se me cansó el cansancio.
Se nos cansaron los pies de tanto huir,
se nos cansaron las palabras,
se nos cansaron las miradas.
Se nos cansó el tiempo.
Se le cansó la mano al que escribía nuestra historia,
se me cansó la memoria por retenerte.
Se cansó mi nombre de estar junto al tuyo.
Se cansó hasta mi orgullo de quitarte el habla.
Se cansó el sol de despertarnos juntos,
se cansaron los puntos de esperar terminarnos.
Se cansó mi juventud de vivir como viejo…
se cansó aquel tipo del espejo.
Se cansó la puerta de esperar que salgas,
se cansó tu falda de no caer.
Se cansó la silla por estar sentada,
se cansaron las pisadas de que ya no las des.
Se me cansó el “te quiero” que murmuro,
se cansó tu espalda contra el muro.
Se cansó el “adiós” de ser complejo…
se ha cansado la luna del conejo.
Se cansó la canción de recordarte,
se cansaron las mentiras de atarte.
Se me ha cansado el corazón…
se nos cansó hasta la costumbre de que te quedes sin razón.

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