Sonríe, demuéstrale al mundo que se equivoco al pensar que te hundirías.

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sábado, 8 de septiembre de 2012

Quizás esa pieza, es de otro puzzle.

La vida es como un puzzle, a medida que pasa el tiempo vas poniendo piezas y encajándolas, al principio es fácil, son pocas piezas y quizás las más importantes. Pero llega ese momento en el que una pieza no encaja en tu puzzle, por muchas vueltas que le des. Quizás esa pieza es de otro puzzle, o quizás encajaste algo mal, y por mucho que lo intentes las piezas dejan de encajar. Porque en ocasiones dudamos de donde colocar una de las piezas, puede que sea una pieza especial, o de esas que te ayudan a colocar otras, por eso no encontramos su sitio justo. Es como cuando abres el puzzle, lo ves todo imposible, y piensas que son demasiadas piezas, piezas que a simple vista no son importantes y que alguna incluso alguna de ellas no tiene ningún valor. En ese momento no piensas que cada una de esas piezas es esencial, si le faltara una sola pieza al puzzle, ya no tendría sentido. No todas las piezas son felices, algunas duelen, pero aún así debes encajarlas en tu puzzle, y en tu cabeza, para poder poner la siguiente. Hay veces que con tan solo decir algo haríamos que encajaran ochenta piezas de golpe, o que medio puzzle se vaya al traste. Cada pieza del puzzle tiene un significado, una razón para encajar, y entre pieza y pieza puede haber un pequeño espacio, que duele. Y lo que no puedes permitir es que todo tu puzzle se te venga encima porque una única pieza no quiera encajar.


La cosa se complica si además las piezas se mezclan con otro puzzle. ¿Ahora cómo sabes cuáles encajan en el tuyo, y cuáles nunca lo harán?

1 comentario:

  1. Me ha encantado este punto de vista sobre la vida... La verdad que es muy original y tienes toda la razón del mundo. ¿Nuestra vida consiste entonces en construir nuestro puzzle, es decir, en construirnos a nosotros mismos?
    Muak!

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